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Margarita esta linda la mar .... (1) (Photo credit: Basilievich) |
Cada año, las plantas de nuestro planeta utilizan alrededor de 310,000 millones de toneladas de agua y 750,000 millones de toneladas de dióxido de carbono, para transformarlo en unos 510,000 millones de toneladas de materia y unos 550,000 millones de toneladas de oxígeno.
Suena ilógico que a pesar de que el oxígeno de nuestra atmósfera no se acaba gracias al trabajo de todas las plantas, algas y bacterias, los humanos “supuestamente seres racionales” seguimos talando árboles, contaminando el ambiente, con el smog de automóviles, basura en las calles, aerosoles, humo, etc. Y acabando con todo este oxígeno que es vital para nuestra vida.
La energía solar capturada por el proceso de la fotosíntesis es la fuente de cerca del 90% de toda la energía empleada por el hombre para satisfacer las demandas de calor, de luz y de potencia.
En ella el impacto de los fotones de luz sobre la clorofila y la fotolisis del agua son el origen de un estado de desequilibrio molecular, que se reequilibra constantemente gracias al flujo de protones a través de la membrana de los tilacoides; esto se conoce como Fase Luminosa.
La fotosíntesis aunque es un proceso bioquímico a nivel celular lo que podría resultar insignificante, tiene mas repercusiones en nuestra vida de lo que podríamos imaginar. Tan solo de ella depende la calidad del aire que respiramos y gracias a ella la atmósfera primitiva se modifico permitiendo así la vida de animales, plantas y el hombre.
La Fase Oscura consiste en la transformación de dióxido de carbono en glucosa y otros carbohidratos, utilizando para ello la energía química de los productos de la fosforilación. Esta energía almacenada en forma de ATP y NADPH2 se usa para reducir el dióxido de carbono a carbono orgánico. Esta función se lleva a cabo mediante una serie de reacciones llamada ciclo de Calvin, activadas por la energía de ATP y NADPH2. Dando como resultado el 02 liberado a la atmósfera y glucosa que sirve de alimento para la planta.